martes, 8 de septiembre de 2009

Utopías de hoy

Aunque muchos no lo crean, hoy en día existe un mundo casi en armonía, las personas conviven en paz enseñando sus gustos y actividades, una especie de democracia antagónica donde la voz del anónimo es lo que cuenta, sí, hablo de las dichosas redes sociales.

Teniendo en cuenta un texto de Bertrand Russell (gracias a carnaduradediablo) titulado “la conquista de la felicidad”, nuestro amigo Savater afirma lo siguiente en el prólogo:

”En realidad, el aburrimiento siempre ha sido la verdadera maldición de la humanidad, de la que provienen la mayor parte de nuestras fechorías. Las sociedades preindustriales agrícolas debían de ser inmensamente tediosas (Russel insinuaba a mi juicio con poco fundamento, que los miembros masculinos de las tribus de cazadores lo pasaban bastante bien) pero gracias a la superstición religiosa rentabilizaban mejor el aburrimiento. En cambio hoy “nos aburrimos menos que nuestros antepasados, pero tenemos más miedo de aburrirnos”. Y ese es en efecto nuestro problema: no hay nada más desesperadamente aburrido que el temor constante a aburrirse, la obligación de hallar diversiones externas. Salvo un puñado de personas creativas –sobre todo científicos, artistas y gente humanitaria que convierte la compasión en tarea absorbente- al resto de la humanidad no le queda más remedio que fastidiar al prójimo, morirse de fastidio… o comprar algo. En fin, esperemos que Internet alivie un poco los peores efectos de nuestra trágica condición.”

Regresando al tema de las redes sociales, junto con sus controversias y polémicas subidas a blogs y a youtube, nos encontramos con un sentimiento de libertad muy contradictorio, la gente se esmera por mostrar realmente quienes son, cómo piensan, con quién pasan el tiempo y qué hacen cuando no están conectados, anhelando talvez, ese espacio donde se sientan aceptados y menos solos, sean jóvenes, adultos, docentes, punkeros, desempleados, retirados etc.
Muchos aseguran que gracias a estos medios, ahora conocen a muchas más personas y sin la ayuda de tales herramientas nunca lo hubieran logrado, ¿podrá ser una red social una manera confiable de conocer gente? No creo que se pueda reemplazar una conversación cara a cara con alguien, pero si vale la pena resaltar que gracias a blogs, espacios virtuales y demás, las personas pueden opinar, debatir y compartir experiencias e información, en mi opinión estaría mal y distorsionado si se cambiaran los espacios y ambientes sociales y en su lugar el facebook, myspace, sónico etc. ¿O será que a lo mejor sólo se trate de una moda como el yo-yo con lucecitas, el tamagotchi, los reeboks de bota o salserín?
Por ahora nos queda aceptar que las redes sociales no cumplen la difícil tarea de hacer feliz a alguien, eso sí, nos ayudan a mitigar nuestro aburrimiento y ocio.