Ahora las cosas no han cambiado mucho, después de llegar de estudiar o de trabajar, sigo mirando con igual deseo las hojas en blanco, claro que ya no consigo las de 50x35 por que tengo que guardar el dinero para otras cosas y lápices ni hablar, aunque no los utilice todos es como si los coleccionara por pura nostalgia.
Un día estaba sentado con una persona y le pregunte de manera muy natural si le gustaba dibujar, me hizo una expresión de burla y respondió:
-¿dibujar? bahhh eso es para niños, yo no pierdo el tiempo con eso.
Aunque siempre me ha gustado el dibujo y siempre me sorprendo por trabajos de muchas personas, desde ese día mi apego por hacer monigotes es más fuerte y puede que lo haga bien o puede que lo haga mal el caso es que no dejare de hacerlo, es una manía poco perjudicial (eso creo) que disfruto mucho, y quizás algo muy importante no ha cambiado, no estoy solo en este camino.

2 comentarios:
algunos dirían que es de locos que una hoja en blanco provoque deseo, o miedo, o satisfacción, qué diablos¡
pero sí, lo único cierto es que no abandona: aunque se rellene de líneas, o de letras, seguimos en el camino, cómo no
Vos sabes lo insensibles que pueden llegar a ser algunas personas, casi que contrario a como es uno pero en este mundo sólo hay una oportunidad para apreciar lo bueno, los que no saben eso, se lo pierden, sin saberlo ^_^
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